Hace muchos años nuestro director, sin un interés distinto que ayudar a un antropólogo que lo conmovió con la historia de unas estatuas de San Agustín que estaban perdidas en Berlín, decidió acompañarlo jurídicamente para lograr la repatriación.
A través de una acción popular se logró un pacto de cumplimiento con el Estado colombiano y, si bien la repatriación no ha sido posible, el camino sigue vivo.
Compartimos un artículo en donde se cuenta la historia de las estatuas.
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